viernes, 11 de noviembre de 2011

Transfiguraciones


 Cuando lo grotesco y la violencia se hacen presentes las posibilidades de explorar lenguajes más atrevidos son infinitos. Figuras desgarbadas que se dejan arrastrar por el trazo sorpresivo de la línea que rompe la superficie, dejando que el todo se descomponga y permita oír el grito de una forma voluptuosa, es sólo el manifiesto de lo obsceno como parte integral que nace y re-nace de manera interminable para que nos procure una respuesta a la desviación del sentido como tal.

Eso es Transfiguraciones, la nueva propuesta estética de Héctor Baptista que vislumbra un cambio radical en su trabajo, vemos al artista en medio cuerpos que tratan de romperse a sí mismos, se manifiesta el juego de lo ambiguo, del cuestionamiento, de un estética expuesta en grotescos que no se dejan atrapar y se escapan sobre la superficie reclamando su espacio.

Si nos detenemos a ver este trabajo con detenimiento podemos llegar a un par de orientaciones que resultan bastante llamativas: en un primer plano está la propuesta de la línea que se difumina, y en segundo, el cuestionamiento que realiza Héctor de la corporeidad actual.

La línea está allí, luchando por abrirse paso, pero al unísono parece una forma de expresión que intenta remarcar el espacio, de esta forma se define la intensidad sobre la que está el borde. Es una configuración entre lo que podría ser y lo que intenta desplazarse. El trazo es un punto neurálgico, puesto que está en concordancia con el resto de la propuesta, debido a que deja manipularse y busca entrar en la corporeidad de un todo. La línea que demarca está desplazándose abiertamente hacia el rompimiento del orden, se impone la textura del color y deja que ésta entre y salga constantemente.

Las texturas se manipulan con colores que rayan de la sutileza a la agresividad, están en lucha perenne con la línea, y este devenir es lo que nos lleva a repensar en la territorialidad, la contraposición de uno frente al otro. De esta manera se describe al final un todo, la masa amorfa se desdibuja en personajes que tratan de ser la caricatura de lo que pudieron ser al iniciar el trabajo.

Desde el humor subterráneo hasta la lucidez de la carajada hiriente, ésta secuencia nos permite visualizar un nuevo campo de exploración –leiv motiv- que estudia el artista plástico, y que no es más que la perforación de los espacios, de los vacíos y de la idea al saturar del ruido visual del espectador, que termina digiriendo el trabajo como parte de la ironía y de la contradicción entre lo que a superficie se refiere.

En segundo lugar estamos frente a cuerpos desgarbados que luchan entre sí por la dominación de espacios que posiblemente sugieran movimientos que no dejan de ser cuerpos grotescos, cuerpos activos, cuerpos degradados, cuerpos violentados, cuerpos maltratados, cuerpos irónico, cuerpos lacerados, cuerpos execrados, cuerpos despojados de sus elementos de forma rápida desprendiéndose de esta línea continua, que bien podría sugerir el cierre de un límite, pero que se dejan arrastrar por la violencia, lo grotesco, lo obsceno y lo irónico, para permearse entre las caras de un ser que se desfigura a cada instante.

Es el juego de la belleza, del cuestionamiento a la estética de la transformación, de la modificación del cuerpo por fines meramente visuales, banales, fashion… que deja el universo vacío, sin fondo.

Transfiguraciones es un cuestionamiento al mundo de las intervenciones a las que se someten miles de personas por procurarse un lugar dentro de la belleza occidental que resulta tan paradójicamente vacía y sinsentido, que nos consume sin permitir la respiración oportuna.

Transfiguraciones es un compendio de cuerpos, líneas y formas que tratan de sobrevivir, que cuestionan mucho más de lo que podríamos elucubrar, de personajes fantasmagóricos deteriorados que reclaman su existencia efímera, sin sentido,  que no son más que vagos despojos de lo que algún día se intentó hacer.

Es Transfiguraciones la transformación del cuerpo en la renuncia de la forma, la entrada a la re-creación de un universo más complejo que permite, no sólo estas dos miradas que se respiran en la primera revisión, sino que deja aparecer el sentido de la crítica de sí, del improperio constante y de la línea agresiva que corre y se desprende, para procurarse la deformidad que se conjuga con la risa.

Transfiguraciones resulta una propuesta muy interesante que está de manifiesto en la búsqueda del artista Héctor Baptista, y que es parte de una línea de investigación que cada día es más fuerte y que se convierte en su sello. Pueden verla como la nueva exposición virtual en la página BORDES.

Por ahora sólo queda decirles: “El arte es un peligro para la IGNORANCIA”


(artículo publicado en Diario de Los Andes el día 05/10/2011)

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